Cuando hablamos de figuras femeninas en la Biblia, no hablamos sólo de
las matriarcas, sino también de figuras a veces menos destacadas o menos
recordadas, como Dina, la hija de Iaakov; Debora, la jueza y profeta;
Abigail, hija de David; Mijal, hija de Saúl y esposa de David; Jana,
madre de Samuel; Miriam, hermana de Moshe y Aarón, Rut, la moabita,
abuela del rey David; etc. También están aquellas que recordamos,
aunque no siempre por su nombre, como la mujer y las hijas de Lot, la
mujer de Manoaj, madre de Sansón. Notemos también a aquellas mujeres
que ni siquiera son recordadas, ni mencionadas. Tomemos por ejemplo a
Abraham de cuyo padre Teraj, sólo encontramos en el texto bíblico una
escueta referencia, pero, sin embargo, ha ocupado un lugar importante en
las leyendas, y los relatos populares, perpetuados por generaciones de
padres y maestros.