Estoy recordando la Brutalidad y Odio Islámico contra un joven judío en Francia.
¿Tan bajo llegaron para cometer semejante barbarie…?
¿Acaso no existe en el Islam el dictamen divino de: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.?
En esta oportunidad no podrán justificar que combatieron contra políticos sionistas, tampoco podrán justificar que eliminaron a un espía, sencillamente mataron un joven judío del modo mas salvaje.
Les diré mi parecer y mi impresión personal, son más bajos que la más cruel de las bestias predadoras, no solo lo mataron sino que disfrutaron con cada daño y vejaciones que fueron concibiendo sobre esta pobre victima durante todo el tiempo de su secuestro.
El nombre de la victima Ilan Halimi era un joven de 23 años, judío francés de familia marroquí, gente sencilla y humilde, fue secuestrado el 21 de enero de 2006 por una pandilla asesina de musulmanes que torturaron sin ningún provecho material al joven, durante tres semanas, tan solo disfrutaron religiosamente su odio hacia una creación de Dios, dando por resultado su muerte, no tuvieron ninguna compasión, sino que buscaron los métodos mas crueles de sufrimientos y de bajezas posibles.
Los jóvenes musulmanes si siguen ese derrotero están marcando lo que sucederá en el futuro de Francia y Europa, quizás cuando acaben allí con nosotros los judíos seguirán con otros, así son los predadores, conozco muy bien esa mácula.
El 20 de enero, Halimi fue engañado por una muchacha de origen Francés – Iraní su nombre es Yalda, quien lo indujo para ir a un apartamento de Paris, allí Halimi fue atacado por la cruel célula musulmana quienes esperaban al acecho a la victima.
Allí Halimi fue golpeado y maniatado y vejado durante veinticuatro días. Durante ese tiempo, sus secuestradores lo torturaron envolviendo su cabeza con una cinta adhesiva a excepción de una abertura en la boca para alimentarlo con una paja, lo apuñalaban salvajemente en diferentes partes de su cuerpo y le quemaban la cara y el cuerpo, por otro lado también intentaron extraer un rescate inicialmente a su familia de 450.000 Euros.
Mientras que pasaban los días sus captores fueron haciéndose mas y mas crueles, lo desnudaron lo vejaron y lo rasguñaron con todo tipo de elementos lo arañaban con tenedores y lo tajaban con cuchillos de cocina, hasta apagaron colillas de cigarrillos en su cuerpo uno de los cigarrillos fue presionado en su frente.
Sus secuestradores finalmente vertieron un líquido inflamable sobre él y le prendieron fuego.
Según informaciones de testigos del barrio, muchos de los vecinos vinieron para mirar de cerca e incluso participar en la tortura pero nadie llamo a las autoridades.
El 13 de febrero, Halimi fue encontrado desnudo, atado y maniatado a un árbol cerca de de las vías del ferrocarril en los suburbios parisienses, con quemaduras de ácido y de líquido inflamable que cubrían el 80% de su cuerpo, una oreja y un dedo del pie fueron mutilados, fue llevado al hospital con un hálito de vida y murió con mucho sufrimiento por causa de sus múltiples puñaladas, quemaduras y heridas.
En los días subsecuentes, la policía francesa arrestó a 21 personas con respecto al crimen, incluyendo a la mujer usada como cebo.
El líder, Youssouf Fofana, había huido a la patria de sus padres de Costa de Marfil, en donde lo arrestaron el 23 de febrero. Fofana fue extraditado de regreso a Francia el 4 de marzo de 2006.
El resto quedara a manos de la justicia de Francia, pero mi pregunta es que harán los clérigos musulmanes ante semejante crimen, detendrán esa barbarie o premiaran esas salvajes acciones.
¿Acaso el Dios de Abraham que creo a esta criatura judía no es el mismo Dios del musulmán?
En el Talmud Yerushalmi, Mishnah 5 esta dividida en secciones (Halajot). La 12 dice lo siguiente:
"Kol hamekayem nefesh ahat, keilu mekayem Olam male"
Quien salva una vida, es como si salvara a todo el mundo.
En el barrio musulmán de Francia nadie pronuncio la palabra detengan esto, ni movieron un solo dedo para salvarlo, al contrario gozaron aprobando el macabro espectáculo.
Esto lo escribí en memoria de Ilan Halimi victima de una sociedad enferma de odio, donde la palabra misericordia es inexistente.
Rab Berl Schtudiner
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