jueves, 15 de abril de 2010

La postura del judaismo ante la homosexualidad

  • El judaísmo no discrimina al homosexual, sino que prohíbe los actos homosexuales. 
La homosexualidad es un término demasiado general y vago que se usa para referirse a un raudal de manifestaciones y causas muy diversas. Queda bien claro que según la Torá una familia se forma en base de una pareja compuesta de un hombre y una mujer.



El judaísmo no condena solamente la relación sexual entre miembros del mismo género; la prohíbe en cualquier manifestación que no sea dentro de la pareja heterosexual casada. O sea, la postura del judaísmo ante la expresión sexual no es discriminatoria, sino exclusiva.


  • Hay que distinguir entre individuos homosexuales y actos homosexuales. 
El judaísmo acepta al individuo con tendencias homosexuales como miembro pleno del pueblo judío con derechos plenos. Esto no quiere decir que pueda hacer lo que se le antoje. La Torá prohíbe expresamente dar expresión física a deseos homosexuales, tanto de índole masculina como femenina.
Lo considera una abominación (Levítico 18:22). El hecho que uno nazca con determinada tendencia no lo transforma en una alternativa de vida válida. Lo que sí implica es que tiene un desafío y una misión especial.
Para el judío es la Torá la que define cuales tendencias son válidas y cuales no. El hombre fue creado con el don de procrear con el objetivo de usarlo para poblar la tierra.  Es su deber primario. Desviar ese potencial y usarlo sólo para el placer personal atenta contra la naturaleza humana innata de dejar descendencia, ni hablar que va en contra del diseño Divino.

  • La Torá no prohíbe querer viajar en Shabat - la Torá prohíbe viajar en Shabat.

Cuando hablo de los derechos iguales que tienen los "homosexuales", me refiero a los derechos que tienen a que la sociedad los ayude a superar sus tendencias e incorporarse en la comunidad de una manera productiva y plena, del mismo modo que la sociedad debe ayudar a cualquier persona que padece de limitaciones y desafíos especiales.

Si uno nace con tendencias depresivas, ¿acaso se le ocurriría a alguien decir que hay que dejarle dar expresión a su depresión?, u otros decir: “Déja que salte del puente, ya que nació con esa tendencia... Es un estilo de vida alternativa...”

La prohibición de la Torá de dar expresión a la homosexualidad se puede ver también no como una condena y discriminación, sino como una mano fuerte de apoyo y de estímulo para la persona que tiene tendencias homosexuales, diciéndole que si realmente quiere, puede lograr superarla y canalizar su sexualidad de una manera productiva, equilibrada y sana.

El hecho que la Torá lo prohíbe implica que es posible dominar y canalizarla, aunque parezca difícil.
“La Torá no fue entregada a los ángeles, sino a los hombres con todas sus debilidades y deficiencias.”
Lo que distingue al hombre del animal es que el animal está dominado por su instinto mientras que el hombre lo domina, canaliza y sublima.
  • Para reflexionar:¿Cómo se ayuda a un homosexual a superar a su naturaleza? La manera práctica de ayudar a un 'homosexual' es un desafío para los expertos en comportamiento humano. Una vez que lleguen a la conclusión que dar expresión práctica a la homosexualidad no es una alternativa válida y que se puede y debe ayudar a modificar, ya encontrarán la manera de lograrlo.
  • ¿Quién define la línea que separa entre la homosexualidad y la heterosexualidad? ¿Es blanco y negro?
Lo antedicho es solo una breve introducción al tema, por que es un tema muy complejo.
Requiere una dedicación profunda y seria por parte de los líderes religiosos y los profesionales en temas de comportamiento humano para encontrar caminos aplicables para quienes necesitan ayuda.
  • Hay una organización que se dedica a ayudar a quienes sienten que padecen de esta situación. Su dirección electrónica es: http://www.jonahweb.org/
Rab Shemtov

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