martes, 3 de noviembre de 2009

El supuesto pecado del Rey David





Muchas veces hemos escuchado a la gente murmurar sobre el supuesto pecado del Rey David, sus palabras se yerguen ante su bendita memoria sin piedad alguna, como si se tratase de un personaje profano.

En el prologo del libro del Zohar tenemos parte del tema sobre el supuesto pecado del Rey David con Bat Sheba, cuando en realidad quien estaba claramente en pecado era Uriah el Hitita.

Extrañamente es nombrado como Hitita y no como Israelita y para esto también hay una razón, para tener en cuenta que luego veremos mas adelante en otro capítulo del Zohar.

Muchas veces por ignorancia la gente acusa al Rey David de un pecado inexistente, y no punible por la ley, unos por inercia de haberlo escuchado tantas veces en bocas incompetentes y otros por que leyeron todo de un modo superficial y no repararon en las restantes fuentes del judaísmo.

Abrir un juicio apresurado sobre cualquier hombre es como someterlo a una salvaje calumnia, poniendo en peligro su vida y su memoria. Debemos ser precavidos es ingrato hablar de un piadoso Rey de Israel que su alma ya no esta entre nosotros, sino que mora en el cielo, sin antes apreciar todos los senderos.

Por lo tanto para corregir este error muy común, no de la gente cotidiana sino de genialidades con diploma que escriben ensayos teológicos como si relataran un partido de baloncesto.
 
Zohar prologo … [Rab Jamuna discurrió así: “No permitas que tu boca haga pecar a tu carne”. (Eclesiastés V, 5).Esto es una advertencia al hombre de no proferir con su boca palabras que puedan sugerir malos pensamientos y así causar el pecado del cuerpo sagrado en el cual se halla estampada la alianza sagrada. Pues aquel que hace esto es arrojado a la Guehena. El ángel que preside sobre la Guehena se llama Duma y bajo él hay decenas de miles de ángeles de destrucción. Él permanece a su puerta, pero a aquellos que han guardado cuidadosamente “el signo de la alianza santa” (circuncisión – hebreo: Brit Milá), él no tiene poder para tocarlos.
David después de su asunto con Uriah, estaba en gran temor. Duma entró en presencia del Santo, Bendito Sea, y dijo: Oh Señor del Universo, está escrito en la Torá: “Y el que cometiere adulterio con la mujer de otro, serán muertos irremisiblemente el adúltero como la adúltera” (Levítico XX, 10). Y también está escrito: “Y con la mujer de tu vecino” (Levítico XVIII, 20) .Y bien, David ha abusado del signo de la santa alianza; ¿qué ha de serle hecho?”
Dijo el Santo, Bendito Sea Su Nombre: “David es puro, y la alianza santa permanece intacta dado que en la creación del mundo Me fue revelado que Bat-Sheba le fue asignada”.
-“Si ante Ti fue revelado, no fue, en cambio, revelado a él”.
-“Y además, lo que fue hecho fue, legalmente, pues cada uno que sale a la guerra da antes una nota de divorcio a su esposa”.
-“Aún así, hubo de haber esperado tres meses, lo que no hizo”.
-“Esta regla sólo se aplica cuando hay un riesgo de que ella pueda estar embarazada. En este caso, sin embargo, Yo sé que Uriah nunca se allegó a ella, en testimonio de lo cual Mi nombre está sellado en el suyo, como a veces es llamado UriYaH y a veces UriYaHU , para mostrar que nunca tuvo contacto con ella.
-“Oh Señor del Universo, debo repetir mi ruego. Si a ti era manifiesto que Uriah nunca entró en ella, ¿fue ello manifiesto a David? Entonces él hubo de esperar tres meses. Además, si David sabía que él nunca llegó cerca de ella, ¿por qué, entonces, le envió una orden de regresar a casa y visitar a su esposa?, como está escrito: “Baja a tu casa y lava tus pies” (II Samuel XI, 8.)
-“Él ciertamente no lo sabía, y efectivamente esperó aún más que tres meses, es decir, cuatro meses, como se nos ha enseñado: el vigésimo quinto día de Nisán, David llamó al pueblo a las armas y el pueblo se reunió bajo Joab en el séptimo día de Sivan, cuando ellos fueron y golpearon a los amonitas. Ellos permanecieron allí los meses de Sivan, Tamuz, Ab y Elul, y en el vigésimo cuarto día de Elul ocurrió el incidente de Bat-Sheba y el día de Kipur el Santo, Bendito Sea, le perdonó ese pecado.
Según otro relato, en el séptimo día de Adar, David llamó al pueblo a las armas, y el pueblo se reunió en el decimocuarto día de Iyar, y en el decimoquinto día de Elul ocurrió el incidente de Bat-Sheba, y en el día de Kipur le fue otorgado el mensaje: “También el Señor ha dejado pasar tu pecado: no morirás” (II Samuel XII, 13), es decir, “no morirás a manos de Duma”. -“Oh Señor del Universo, aún tengo un argumento, y es que él mismo pronunció su condena diciendo: “¡Vive el Señor, que es digno de muerte el hombre que ha hecho esto!” (II Samuel XII, 5). Con esto él se condenó, y mi cargo contra él subsiste”.
-“No tienes poder sobre él dado que él me confesó y dijo: “He pecado contra el
Señor”, aunque no era culpable. “Y por su pecado en el asunto de Uriah, Yo prescribí para él una pena que él sufrió inmediatamente”.
Duma retornó entonces cabizbajo a su lugar. Con respecto a esto David dijo: “Si el Señor no me hubiese socorrido, en breve mi alma hubiera habitado en duma (“silencio”) Salmos XCIV, 17. Esto es, si el Señor no hubiese sido mi abogado, “en breve mi alma...”. Solamente por la minúscula distancia que hay entre mí y “el Poder Siniestro”, mi alma escapó de las garras de Duma. Por eso el hombre ha de estar en guardia para no dormirse y no deslizar una palabra imprudente, como David, pues no será capaz de alegar ante Duma “que fue un error” Eclesiastés V, 5, como David, que fue vindicado por el Santo, Bendito Sea su Nombre; “¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu palabra, y destruir la obra de tus manos?” Eclesiastés V, 5, es decir la carne de la alianza santa (circuncisión) que el hombre (judío) ha manchado y que como castigo es arrojado en la Guehena por la mano de Duma.]…

Como se puede apreciar, el rey David se juzgo a si mismo antes que Dios lo juzgara, sintiéndose pecador a pesar de haber procedido según la ley, y a sabiendas que Bat Sheba le había sido otorgada incluso antes que el hubiera nacido, el reconocer esto con tanta rapidez fue la mejor la señal de su pronto arrepentimiento y nos enseña que el pecado de un piadoso puede ser reparable por causa de su honestidad en el arrepentimiento, su humildad y su gran capacidad para sobreponerse de la caída elevándose espiritualmente.
Zohar Parshat Noaj - […R. Simeón discurrió a continuación, comenzando con el versículo: “Pues yo conozco mis transgresiones, y mi pecado siempre está ante mí”. Salmos LI, 5 Dijo: Cuánto más debe un hombre estar en guardia contra el pecado ante el Santo, Bendito Sea, pues cada pecado que el hombre comete se registra en lo alto, y sólo es borrado por mucho arrepentimiento, como está dicho: “Pues aunque te laves con ácido y con mucho jabón, tu iniquidad se halla marcada ante mí” Jeremías II, 2. Pues cuando un hombre comete una vez un pecado ante Dios, el pecado deja una marca, y cuando repite ese mismo pecado la marca se hace más profunda. Después se vuelve una mancha de un lado al otro, como se expresa en las palabras: “Tu iniquidad se ha vuelto una mancha ante mí” Jeremías II, 22. Cuando David cometió su gran pecado tomando a Bat-Sheba, pensó que dejaría su marca para siempre, pero le llegó el mensaje: “El Señor también puso de lado tu pecado, para que no mueras” II Samuel 12,13.; es decir, la mancha fue eliminada. R. Abba formuló la siguiente pregunta a R. Simeón: Si se nos enseñó que Bat-Sheba estuvo destinada al rey David desde la creación, ¿Cómo es que el Santo, Bendito Sea, primero la dio a Uriah el Hitita? - R. Simeón contestó: Tal es el camino del Santo, Bendito Sea; aunque una mujer esté destinada a cierto hombre cierto hombre, El deja que ella primero sea la esposa de otro hombre, hasta que llega su tiempo. Tan pronto que este tiempo llega, el primero parte del mundo para dejar su camino al otro; el Santo, Bendito Sea, está poco dispuesto a apartarlo del mundo para hacer el camino para el otro antes de que su tiempo llega. Esta es la razón interna por la que Bat-Sheba fue primero dada a Uriah.
Ahora reflexiona y encontrarás la razón por la cual la Tierra Santa fue dada primero a Canaán antes de que llegara allí Israel. Observa, luego, que David, aunque confesó su pecado y se arrepintió, no pudo eliminar de su corazón y su espíritu el recuerdo de los pecados que había cometido, especialmente del concerniente a Bat-Sheba, y siempre tuvo aprensión de que uno de ellos pudiese ser un obstáculo para él en la hora de peligro. De ahí que nunca los apartó de sus pensamientos.
Según otra interpretación, las palabras: “Pues yo conozco mis transgresiones” indican su conocimiento de los diversos grados a que se han de referir los variados pecados de los hombres, mientras que las palabras: “Y mi pecado” se refieren al defecto de la Luna que no emergió de su impureza hasta el tiempo de Salomón, cuando la luz de ella se volvió plena una vez más, de modo que el mundo se tornase firmemente establecido e Israel moró seguro, como está escrito:
“Y Judá e Israel moraron en seguridad, cada hombre bajo su vida y bajo su higuera” I Reyes V, 5. Sin embargo como David dijo “Mi deficiencia siempre está ante mí” y ella no será eliminada del mundo hasta que llegue el Mesías, como está dicho: “Y haré que el espíritu impuro salga de la tierra” Zacarías XIII, 2 “…]

Urías no era un hombre virtuoso como veremos en esta parte del Zohar Mishpatim, no tenia siquiera un año de casado con Bat Sheba y como esta escrito en la Torá es obligatorio que el marido pase por lo menos el primer año con su esposa sin salir a la guerra.

Del mismo modo que cuando se tiene una viña nueva no se sale tampoco a la guerra sin haber disfrutado de ella, hemos visto y veremos que nunca Urías se allego a su mujer, su orientación y meta en la vida era su carrera, su prestigio como militar, que pasaba por encima de las mitsvot (decretos de la Torá).

Viendo esto el Rey David le dio la oportunidad de enmendar una falta grave que merecía la pena de muerte, enviándolo a la casa con su mujer, pero Uriah prefirió la trasgresión, quedándose junto a los soldados y pernoctando en la caballeriza haciendo caso omiso al mandato del Rey David y eso es otra trasgresión merecedora de la pena de muerte.

La ley de la Torá obliga a todo soldado que sale a la guerra a darle carta de divorcio a su mujer por anticipado, por si es muerto en la batalla y no hay testigos o rastros de su muerte o desaparición, como veremos mas adelante en el texto del Zohar Parshat Mishpatim.
Zohar Parshat Mishpatim – […Cuando Dios acerca a Sí un hombre, El lo acerca con su diestra, pero cuando El rechaza a un hombre lo hace con Su mano izquierda. Y aun cuando la mano izquierda empuja alejando, la derecha acerca, porque el Santo, Bendito Sea, no retrae Su tierna compasión de los pecadores. Observad cómo la Escritura dice
primero, “Y El avanzó en el camino de su corazón” e inmediatamente después dice: “Yo he visto sus caminos, y lo sanaré: lo conduciré también y le devolveré consuelos a él y a sus penitentes” Isaías LVII, 17, 18. Esto muestra que aun cuando los pecadores cometan pecados deliberadamente, obrando de acuerdo a los deseos de sus propios. corazones, y sin atender a las advertencias de otros, aun para tales está preparada la curación cuando se arrepienten y comienzan a andar por el camino de la justicia.
Y bien, este versículo retribuirá una consideración un poco más ceñida. La cuestión es: ¿Se refiere a los vivientes? o a los ¿muertos? Porque el comienzo y el fin parecen estar en conflicto entre sí, refiriéndose la primera parte a los vivientes y la segunda a los muertos. Pero podemos interpretar así. Mientras un hombre vive y anda “avanzando en el camino de su corazón, porque es fuerte en él la inclinación mala, haciéndole difícil arrepentirse y emprender una vida nueva, el Santo, al ver la vida malgastada del que anda por el mal camino, dice: “Yo debo darle fuerza. Veo sus caminos de oscuridad, y Yo debo abrir en su corazón un camino de arrepentimiento y traer curación a su alma”. Este es el sentido de “Yo te guiaré”, como uno que toma a alguien de la mano y lo guía afuera de la oscuridad. En cuanto a la segunda parte: “e imparto consuelos a él y a sus penitentes”, este lenguaje naturalmente se aplicaría a los muertos, y así lo hace, porque ¿un pecador no está muerto aunque esté con vida? El sentido de las palabras es, entonces, como sigue. Por la gracia de Dios, cuando un hombre tiene trece años, se designan para él dos ángeles, uno a su derecha y uno a su mano izquierda. Cuando anda en camino recto estos ángeles se regocijan con él y están alegres y gozosos adhieren a él proclamando ante él: “¡Honrad la imagen del Rey!”. Pero cuando se aparta de la senda de rectitud y anda en caminos torcidos, sus ángeles se afligen por él y se apartan de él. Por eso, cuando el Santo otorga al pecador gracia para arrepentirse y efectuar su retorno a la justicia, “El imparte arrepentimiento a él y consuelos a sus penitentes”, en el doble sentido de arrepentimiento y consuelo. Y et hombre vive verdadera y perfectamente, estando unido al Árbol de Vida. Y, estando unido al Árbol de Vida, se lo llama “un hombre de arrepentimiento”, porque se ha vuelto un miembro de la Comunidad de Israel, la que se designa con la palabra “Teshuva” (arrepentimiento, retorno), y los “pecadores arrepentidos pueden entrar aun donde no son admitidos los perfectamente justos”.
El Rey David dijo: “Contra Ti, contra Ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de Tus ojos” Salmos LI, 6. La significación de esto es la siguiente. Es posible cometer pecados que son ofensas contra Dios y contra el hombre; uno también puede cometer pecados que son ofensas contra el hombre pero no contra el Santo; pero también hay pecados que se cometen solamente contra el Santo. El pecado de David fue de esta última especie. Pero, tal vez os inclinaréis a cuestionar esto diciendo: “¿Pero qué es de su pecado con Bat Sheba? ¿No pecó contra el marido de ella lo mismo que contra el Santo?” Para esta indagación hay una respuesta, y es ésta. Según la tradición, Uriah, como era costumbre entre los guerreros de Israel, dio a su mujer una orden de divorcio antes de salir a la batalla, y así David no pecó contra Uriah en el sentido de despojarlo de su mujer. Y por eso leemos: “Y consoló David a Bat Sheba, su mujer” II Samuel XII, 24, lo que es una prueba de que ella era considerada como la mujer legal de David, destinada para él desde el comienzo del tiempo, desde el día en que el mundo fue creado. Así fue su pecado una ofensa contra el Santo solamente. ¿Y en qué consistió la ofensa? No en que ordenó a Joab poner a Uriah en el frente de la batalla de modo que pudiese ser muerto porque David tenía un derecho a hacerlo, pues Uriah llamó a Joab “mi señor Joab” en presencia del Rey, lo que era una expresión de lesa majestad sino porque no lo mató entonces, dejando que lo matara la espada de los hijos de Amón II Samuel XII, 24. Pues en cada espada amonita había grabada una serpiente torcida, la imagen de un dragón, que era el dios de ellos. Dijo el Santo a David: “Has impartido fuerza a esta abominación”; porque cuando los hijos de Amón mataron a Uriah y a muchos otros israelitas, y la espada de Amón prevaleció, fue como si el dios pagano hubiese prevalecido contra el Dios de Israel. Y el título “Hitita” no muestra que Uriah no fue virtuoso: solamente se lo llamó así según el lugar de donde había venido, como Jefté fue llamado “el Guileadita” Jueces XI, 1, porque era de Guilead. Así el poder de la abominación prevaleció contra el campamento de Dios, y, siendo los ejércitos de David en la imagen de los ejércitos superiores, cuando él trajo una mancha sobre los ejércitos de abajo hizo que tuvieran un estigma también los ejércitos de arriba. Este fue su pecado, y por eso dijo: “Contra Tí solamente he pecado, y hecho mal a tus ojos”; “a tus ojos” literalmente, que es como decir que David era consciente de que había pecado contra los omnipresentes y omnipenetrantes ojos de Dios. “Para que tú puedas ser justificado en tus palabras, y ser claro en tus juicios” Jueces XI, 1, y así no tenga yo ninguna causa para decir que tú estás equivocado y que yo estoy en lo justo. El sentido de estas palabras es el siguiente. Sabemos que cada hombre emplea naturalmente el lenguaje de su ocupación. Sabemos que David había sido bufón de rey, y, así, aun en triste desdicha y tribulación, cuando se encontraba ante el Rey, volvía directamente a sus mofas y bromas para entretenerlo. Dijo: “Señor del mundo, he dicho, pruébame, oh Señor, y sométeme a prueba” Salmos XXVI, 2, y Tú declaraste que yo no sería capaz de resistir la tentación. Por eso ahora ha pecado a fin de que puedas estar justificado en Tus palabras, porque de no haber hecho yo así, mi afirmación se habría mostrado como verdadera y Tu aserción, refutada. También se nos enseñó que David no fue descarriado por sus pasiones cuando cometió ese pecado con Bat Sheba; porque él dijo de sí: “mi corazón está herido dentro de mi” Salmos CIX, 22, y con esto quiso decir: “En mi corazón hay dos cámaras. Una contiene sangre y la otra espíritu; la que está llena con sangre es la sede de la mala inclinación, pero mi corazón está vacío de esa inclinación, porque yo no le permito alojarse allí”. ¿Por qué, entonces, cometió David ese pecado? Para dar a los pecadores una escapatoria que les permitiera decir: “El Rey David pecó, pero cuando se arrepintió, el Santo lo perdonó; y si él fue perdonado, hay una esperanza todavía mayor de que gente común como nosotros reciba perdón”. Esto es lo que significó David, al decir: “Yo enseñaré a los transgresores Tus caminos, y los pecadores retornarán a Ti” Salmos II, 14. También está escrito de David que él “subió la cuesta del monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza y andando descalzo” II Samuel XV, 30. Lo hizo para mostrar que se consideraba excomulgado, para recibir su castigo, y el pueblo se apartó de él una distancia de cuatro codos. Bienaventurado es el servidor que así adora a su Amo, confesando su pecado y volviendo a El con perfecto arrepentimiento…]


Abrir un juicio apresurado sobre cualquier hombre es someterlo a una salvaje calumnia, ridiculizándolo exponiendo peligrosamente el trayecto de su vida y mucho mas ingrato es hablar de un piadoso Rey de Israel que su alma ya no esta entre nosotros, sino que mora en el cielo.

Por tal motivo es importante el estudio a conciencia de estos temas y no apresurarse a omitir opiniones, que nos yerguen como implacables jueces de nuestro prójimo. No confiemos en nuestro juicio y dudemos de nosotros mismos por que es posible que en algo no hayamos reparado o examinado.

Rab Berl Schtudiner

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