Según explicaciones del Talmúd y del exegeta "Rashi" Rabí Shlomo Yitzjaki. Nació y murió en Troyes, Francia (1040-1105).
El judaísmo nos enseña claramente que el universo fue creado por Dios en un proceso vectorial que tuvo un principio, una dirección y un final. El principio es descripto en las primeras porciones del libro de Génesis, y el final es la culminación del proceso creativo en donde se revelará que Dios rige el universo. El proceso es una secuencia de transformaciones que están descritas muy detalladamente en la Cabalá, y que en el mundo de la ciencia es llamado evolución.
El judaísmo nos enseña claramente que el universo fue creado por Dios en un proceso vectorial que tuvo un principio, una dirección y un final. El principio es descripto en las primeras porciones del libro de Génesis, y el final es la culminación del proceso creativo en donde se revelará que Dios rige el universo. El proceso es una secuencia de transformaciones que están descritas muy detalladamente en la Cabalá, y que en el mundo de la ciencia es llamado evolución.
En Génesis encontramos dos relatos diferentes de la Creación:
Génesis 1:27: Elokim creó [ex nihilo] al hombre. “Creó” en hebreo bará .
Génesis 2:7 Havaiá(YHWH) Elokim formó al hombre. “formó” en hebreo itzer .
Génesis 1:27 utiliza bará , del verbo libró , “crear”. Los sabios interpretan bará como un proceso ex nihilo, iesh meain , “algo de la nada”. Génesis 2:7 utiliza el verbo litzor , “formar”. La historia de la formación del segundo relato de la creación no se refiere a crear algo de la nada, como se evidencia del texto: Vaitzer Havaiá Elokim et haadam, afar min haadamá (Dios formó al hombre del polvo de la tierra). Entonces la historia de la formación alude a la transformación y el cambio, el significado interior del concepto biológico de la evolución. Las dos historias de Génesis nos enseñan entonces que en el principio el universo fue creado ex nihilo, seguido de un proceso de formación.
La Torá enseña además que hay una secuencia de los actos de creación. Primero es creada la luz, seguido por el firmamento, que separa las aguas superiores de las aguas inferiores, y así sucesivamente. Esta secuencia de creaciones concuerda con el orden descripto en la Cabalá como las cuatro categorías de seres creados: inanimado, vegetal, animal y humano – medaber , “parlante”. La secuencia de la creación descripta en Génesis nos enseña un punto importante acerca del proceso evolucionario. El progreso ocurre en la cima, donde las formas nuevas y más avanzadas surgen en saltos cuánticos a partir de los seres existentes más avanzados.
Cuando Dios llego a ese punto donde todos los seres fueron creados sean los del plano celestial (malajim o ángeles) y todas las creaciones materiales es decir las tres categorías de seres creados: inanimado, vegetal y animal.
Dios antes de hacer al ser humano, convoco a todas sus creaciones mostrando a su vez su atributo de "humildad" diciendo a toda su creación: “Hagamos un hombre” a nuestra imagen y semejanza, entonces cada ser tanto el celestial como el físico aportó alguna cualidad propia en la creación del ser humano.
Nuestros sabios, de memoria bendita, nos enseñan: “Cuando el Santo Bendito sea, pensó en crear a Adam, el primer hombre se aconsejó con los ángeles”: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza” (Bereshit 1:26) Al decir hagamos, D-s da una lección de modestia para la humanidad. El Creador del universo al momento de crear el hombre tuvo la humildad de aconsejarse con Sus subalternos, los ángeles le dijeron: “Que viene a ser el mismo hombre para que tengas de él memoria” (Tehilim 8:5)
Les dijo: “La sabiduría del hombre a quien quiero crear, es superior a la vuestra”. ¿Qué hizo?, reunió a todas las clases de animales, fieras y aves y los presentó ante los ángeles y les preguntó: "Dime el nombre de cada una de estas criaturas y lo ángeles no supieron darles nombres".
Cuando creó al hombre los colocó frente a él – Le dijo – Dame el nombre de estos – y él le respondió – este se llama “shor” (Toro), este “arie” (león), aquel “sus” (caballo) y este “jamor” (burro), y este otro gamal (camello), aquel y aquel nesher (águila). Y está escrito: “El hombre asignó nombres a todos los animales, a las aves del cielo, y a todas las bestias del campo” (Génesis/Bereshit 2:20).
¿Tan difícil es dar un nombre? Toda criatura tienen su propia esencia
Al igual que hay criaturas que fueron descubiertas en generaciones posteriores y a pesar de eso “les inventaron” nombres (Por ejemplo canguro, en Australia). También a otros seres vivientes, le fueron dados nombres nuevos en otros idiomas.
Dar un nombre a un animal parece ser cosa fácil ¿Por qué los ángeles no lo lograron? ¿Cuál fue la genialidad de Adam el primer hombre el cual HaShem (Dios) elaboró para haberlo logrado?
La explicación es:
Cada letra, de la lengua hebrea, tiene un significado interno, y todo ser viviente tiene su propia esencia. Si hubiese llamado caballo (sus) al gato (jatul) el nombre no concordaría con su esencia, tampoco si lo hubiese llamado león (arie) o perro (kelev)
Solo el nombre de (caballo) es exactamente lo que es sus.
Sus viene del vocablo sas que significa alegría, y el caballo (sus) relincha de alegría – y así sucede con los otros seres vivientes.
Cada letra, de la lengua hebrea, tiene un significado interno, y todo ser viviente tiene su propia esencia. Si hubiese llamado caballo (sus) al gato (jatul) el nombre no concordaría con su esencia, tampoco si lo hubiese llamado león (arie) o perro (kelev)
Solo el nombre de (caballo) es exactamente lo que es sus.
Sus viene del vocablo sas que significa alegría, y el caballo (sus) relincha de alegría – y así sucede con los otros seres vivientes.
También HaShem da nombres
HaShem también da nombre a las cosas. Así lo atestiguó el rey David "El que cuenta el número de estrellas, y todas ellas las llama por (sus) nombres" (Tehilim/Salmos 147:4).
Vemos que los científicos dan nombres a las estrellas nuevas, que no eran conocidas.
A pesar que el número de estrellas es inmenso, no hay dos de ellas que tengan la misma función, lo mismo sucede con los ángeles, que también ellos no tienen número como cita “Hov/Job” (25:3), "y a pesar de eso no hay ángeles que cumplan la misma misión", cada uno cumple su rol, como nos enseña Rashi (Rabí Shlomo Itzjaki) “porque un solo ángel no puede cumplir funciones distintas” (Bereshit 1:8-2).
Lo mismo sucede con las criaturas más simples, no hay duplicidad.
Todo lo creado tiene su misión en forma individual.
Como vemos en la creación del ser humano intervino toda la naturaleza, hubo aportes primero materiales, de la tierra, del agua y al llegar a la respiración cuando fue insuflada su alma por las narices también intervino el aire, luego hicieron su aporte los restantes dando cada uno algo importante. Y por ultimo el hombre como sello final dio el nombre a todos los seres
Rab Schtudiner
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