lunes, 26 de octubre de 2009

El incomprensible hueco en la pared "Rashi"



Era el año 1039 en Troyes, una ciudad en el extremo noreste de Francia. El Rav Itzhak y su esposa eran una pareja muy respetada en Troyes. El era un estudioso de la Torá y descendía del rey David. Su esposa era la hermana de Rabí Shimón Hazakén (el mayor), un Rabí alemán muy conocido.

El Rav Itzhak gozaba de una buena vida trabajando como comerciante de diamantes. El y su esposa podrían haber sido muy felices pero había una parte importante de sus vidas que los entristecía. No tenían hijos. Un día, el Rav Itzhak se convirtió en el dueño de un diamante muy hermoso, el más bello de todos los que tuvo. - ¡Cuando encontrara un cliente sería un hombre muy rico! El obispo de la ciudad quería comprar el diamante para su iglesia pero el Rav Itzhak no lo iba a vender para que lo usaran de esa forma. Un día una persona se presentó ante el Rav Itzhak con una oferta para comprar el diamante, pero su patrón primero quería verlo.

El Rav Itzhak y el hombre subieron a un barco; el diamante estaba cuidadosamente envuelto en el bolsillo del Rav Itzhak. Cuando el barco estaba navegando por el río, el comprador le dijo a Rav Itzhak que estaban yendo a ver al obispo, y obligarían al Rav Itzhak a venderle el diamante. El comprador le pidió que le permitiera ver el hermoso diamante. "Esta era la oportunidad del Rav Itzhak! Se paró en el borde del barco y sacó el diamante. Cuando se lo extendió al comprador, le hizo creer que había perdido el equilibrio y ¡dejó caer la piedra preciosa al agua! Había perdido una fortuna, pero su diamante no se iba a usar para una religión distinta.

En ese momento, una voz que provenía del cielo dijo: Rav Itzhak, renunciaste a un valioso diamante por la gloria de HaShem. Serás recompensado con un hijo que iluminara los ojos del pueblo judío. Al año siguiente, en 1040, el Rav Itzhak y su esposa tuvieron un hijo. Lo llamaron Shlomó y hasta el presente continua iluminando los ojos judíos.

Worms y la madre de Rashí

Si bien Rashí nació en Troyes, hay una conocida historia sobre un acontecimiento que tuvo su madre en esta ciudad. Cuando la mamá de Rashí, estaba embarazada, cierto día mientras caminaba por las calles de la ciudad de Worms yendo camino a la sinagoga para orar.

Llegó a una callejuela muy angosta que conducía a donde la señora se dirigía, y de pronto penetran en la callejuela jinetes montados sobre sus caballos a los cuales conducían en dirección hacia la mujer mostrando nefastas intenciones.

La señora se asustó mucho, y no tenía hacia adonde huir, ya que la callejuela era muy estrecha, y los jinetes azotaban a sus corceles y los acercaban aun más hacia la aterrada mujer embarazada, y todo parecía indicar que un poco más y la señora estaría debajo de las patas de los animales.

Vieron los judíos desde sus casas a la esposa de Rabí Itzjak inmersa en peligro mortal, y desesperados, gritaron sin tener ni tiempo ni poder hacer nada por ayudarla.
Los jinetes se acercaron a la carrera por la estrecha callejuela y la madre de Rashí pensaba que en un instante más llegará el final de su vida, y también para el hermoso sueño que significaba el niño que llevaba en su vientre y estaba próximo a nacer. Fue forzada a pegarse al muro y como sintió el peligro de muerte dijo el " "Shemá Israel" cerro los ojos se replegó todo lo que pudo en el muro y oro, desconsolada sintió sobre si el resoplido de los caballos.

Sin embargo allí ocurrió un milagro ante los ojos de los pobladores. En el sitio donde estaba parada, se hizo repentinamente “un hueco en la pared del tamaño del su cuerpo que hasta el día de hoy perdura”, y la madre de Rashí fue desplazada hacia allí, y de esta forma se salvó de los jinetes que contemplaban la escena con asombro, y enmudecidos no volvieron a intentar dañarla.

Ese hueco que se hizo en el muro en la ciudad de Worms, todavía existe hasta la actualidad

Rabí Shlomó Itsjaki conocido como Rashí, que significa Rabí Shlomó Itzhaki (Rabí Shlomó de la familia de Itzhak).

Su comentario es el más importante del Jumash (Pentateuco), la mayoría del Naj (Biblia Hebrea) y de casi todo el Talmud. Tratar de entender la Torá sin el comentario de Rashí es como tratar de leer en la mitad de la noche con la luz apagada. El mismo año que nació Rashí murió Rabenu Guershom Meor Hagolá (nuestro maestro Rabí Guershom, la luz del exilio). Fue el maestro de Torá más grande de su época.

Acerca de los grandes maestros de la Torá, el Talmud dice que cuando el "sol" se pone, es decir, cuando un gran hombre muere, volverá a salir, porque otra persona ocupará su lugar. Y así fue, cuando el "sol"; de Rabenu Guershom se puso, salió el nuevo sol" Rashí! Rashí creció en Troyes. Cuando tuvo dieciocho años se fue a Mainz y a Worms para estudiar con los alumnos de Rabenu Guershom.

Regresó a Troyes a los veinticinco años para casarse y establecerse allí. En ese momento, a pesar de que todavía era joven, ya se consideraba que era un gran talmid Jajám (estudioso de la Torá). Uno de sus maestros, Rabí Itzhak ben Iehudá, le escribió: "La generación que te tiene a vos no quedó huérfana. Ojala que hayan muchos como vos entre el pueblo judío". Rashí era muy modesto.

Nunca aceptó un cargo como Rabí de la ciudad por que era un Talmid Jajám muy grande; en lugar de eso, mantuvo a su familia dedicándose al comercio de vinos. Sin embargo, nunca dejó de estudiar ni de enseñar. Siempre tuvo buenos estudiantes. Lo más importante, en lo que se refiere a nosotros, es que escribió sus comentarios acerca de todas las partes de la Torá.

Solía escribirlos en cuadernos y con frecuencia los dejaba en la mesa de los maestros, quienes pasaban momentos difíciles tratando de entender lo que el Jumash o la Guemará querían decir. Durante mucho tiempo, nadie supo quién era el autor de esos maravillosos comentarios. Eran breves y claros. Hacían que el aprendizaje pareciera fácil para la gente común, pero incluso los grandes estudiosos podían aprender mucho de ellos.

Debido a que no sabían el nombre del autor, la gente comenzó a llamar al comentario Perush Hakúnteres (comentario de los cuadernos). "Es casi increíble que se hayan escrito, al menos doscientos sefarim para explicar y tratar el comentario de Rashí acerca del Jumash! También fue una autoridad en la ley de la Torá, y muchos Rabanim le escribían para consultarlo sobre algunas cuestiones difíciles. Los últimos diez años de su vida fueron entristecidos por la primera cruzada en el año 1096, cuando los cristianos organizaron un ejército para ir a Eretz Israel y expulsar a los musulmanes. Los cruzados mataron a muchos judíos a su paso.

Destruyeron muchas comunidades judías. En esos días, Rashí compuso unos rezos especiales (Slijot) para suplicar misericordia de HaShem. Rashí no tuvo hijos varones, pero sus mejores alumnos, Rabí Iehudá ben Natán y Rabí Meír ben Shmuel se convirtieron en sus hijos políticos.

Entre sus nietos y bisnietos se encontraban algunos de los estudiosos y comentaristas más grandes del siguiente siglo: Rabenu Tam, Rashbam y Rabenu Itzhak. Hay dos "monumentos" a Rashí. Uno está en la ciudad de Worms donde el gobierno reconstruyó su cuarto de estudio. Es exactamente igual al cuarto donde Rashí estudiaba.

El otro monumento se encuentra en los millones y millones de tratados y de mentes y corazones judíos donde los comentarios de Rashí han hecho que sea posible comprender la Torá y su sabiduría. ¿Hay alguna duda sobre cuál de los dos monumentos es más importante?

Rashí y la antigua comunidad judía de Worms en Alemania

Hay registros muy antiguos que en Worms, Alemania a fines del siglo 10 residía una importante comunidad judía, la primera sinagoga fue terminada de construir en el año 1034. Cuando los nazis ocuparon la ciudad en el año 1933, había allí algo más de un millar de judíos. Antes del año 1939, tan solo unos 300 judíos permanecían viviendo allí. Y antes del año 1942 el último de los judíos fue deportado a los campos de concentración. La sinagoga que fue terminada en el año 1034 tuvo que ser reparada y reconstruida en el año 1174-75. Al pasar el tiempo el edificio fue remodelado varias veces, aunque sus planos básicos fueron mantenidos acorde a su diseño original.
La sinagoga fue quemada durante la famosa "Noche de los Cristales Rotos" entre el 9 al 10 de noviembre de 1.938. Finalizada la segunda guerra mundial, la sinagoga fue reconstruida fielmente y fueron usados para ello muchos restos de los antiguos fragmentos y escombros.

Rav Berl Schtudiner

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